En las niñas los primeros cambios físicos habitualmente se presentan
entre los 10 y los 13 años de edad y consisten en aumento de tamaño del busto
y presencia de vello púbico, en tanto que la primera menstruación o sangrado
se produce entre los 11 y los 14 años de edad. En los niños entre los 9 y los 14
años se presenta aumento del volumen de los testículos y vello púbico, en
tanto que el vello axilar y el de la cara, así como la voz gruesa y de tono bajo
suelen presentarse entre os 13 y los 16 años de edad.
En las niñas el “estirón” de la pubertad se presenta casi desde el inicio de
la pubertad, cuando empieza a crecer el busto, y se lentifica mucho a partir del
primer ciclo menstrual. En contraste, el estirón de la pubertad en los varones se
produce casi a la mitad del desarrollo de la pubertad. En general las niñas
empiezan la pubertad seis meses antes que los varones, pero este período
puede llegar a ser de varios años, y a ello hay que agregar que el aumento de
volumen de los testículos es percibido con menos frecuencia por los padres,
que el aumento de volumen del busto. El “estirón” de la pubertad (aumento en
la velocidad de crecimiento), depende tanto de la producción de hormona de
crecimiento como de las hormonas sexuales, y por lo tanto una deficiencia de
cualquiera de éstas disminuye la ganancia de estatura.
Al nacimiento los valores de gonadotropinas son muy altos (similares a
los observados en los adultos), y disminuyen en los primeros 6 meses,
manteniéndose muy bajos hasta los 7-8 años de edad, cuando empiezan a
aumentar nuevamente.
Los cambios hormonales asociados a la pubertad inician varios años
antes y progresan de manera gradual, pero es sólo cuando los valores de
hormonas sexuales alcanzan niveles suficientes para iniciar los cambios
corporales o características sexuales secundarias, cuando se dice que ha
iniciado la pubertad.
Fuente: Merck Serono Australia